lunes, 26 de diciembre de 2011

Guilty Plesure

En estas malditas confesiones mi alma quedará al desnudo ante aquel que lea las siguientes líneas, porque los placeres culpables están insertos en nuestras malditas venas y en acuerdo personal no pretendo negarlos. Ya basta con los fabulosos estereotipos en el que las mujeres manejamos a la perfección para aparentar ser las más regias y bacanes minas, en el fondo todas somos unas perras zorras manipuladoras y con estratagemas para cumplir nuestros maquiavélicos objetivos, no nos mintamos, sabes que tu y yo estamos de acuerdos con: "el fin justifica los medios", y todos somos Pedros y Judas al mismo tiempo, negamos y entregamos a huacho de Jesús, porque Jesús también fue un placer culpable para algunos... no nos olvidemos de la putita de María Magdalena... bueno ese es otro tema en el cual no quiero ofender a creyentes. Todos escondemos las características que nos harían ver imbéciles.

Partamos por lo GAY?  mi pieza es de color sandía con rosado . Tengo un fanatismo vergonzoso por Hello Kitty: hay un globo de helio desinflado pegado detrás de mi puerta, cuadernos, estuche, lápices (los 3 últimos los hago presente en la universidad), porta lápices, platito para el cereal, vaso para la leche, 2 pares de hawaianas compradas en Brasil, calzones, 4 pijamas, parchecuritas, toalla para manos, peluches y un marco de foto. Creo que nunca fui ruda ni lo seré, por dentro tengo corazón de algodón de azúcar, ooww (mentí.)

En mi pequeña repisa tengo discos de Paramore y Avril Lavigne, y los he ido a ver cuando han venido a Chile, si, lloré y grité también, como toda una grupie. Como me gusta la música shuer shuer shuer loca, también me gusta la que marcó mi bonita pubertad en la cual en su contexto mi entorno estaba fuertemente marcada la tendencia de Britney Spears y Kelly Clarkson. Evito ocultarlo pero es inevitable, todos los días escucho Tomorrow you didn't y suelo cortarme las venas con My happy ending y Here we go again. I'm human.
Desde que aprendí a leer me devoro libros en el verano y en enero del 2009 ñoñamente cumplí el record de leer los 4 libros de Crepúsculo, y eso si, nunca me gustó Harry Potter. Ésta reciente navidad mi hermano hermoso me regaló The Host y no puede gozar más de felicidad. Me gustan las películas mas idiotas de la vida, soy super teeneager al momento de elegir una, estoy enamorada de Juno, Nick and Norah,500 days with summer y TODAS las ochenteras y noventeras que les gustan a sus mamás. Pero lo más complicado es cuando me atrapa una serie, en este caso confesaré mi adicción por Gossip Girl: dejé mi higiene de lado, no sigo los hábitos alimenticios, mi pieza es una cueva oscura y tenebrosa y poco contacto con el mundo exterior, no me extrañaría que mi computador colapse en poco tiempo. Los veo una y otra vez y moriré cuando llegue al nivel de tener que esperar por nuevos capítulos en Cuevana.

Pasando a otro ámbito, me voy a dar la libertad de generalizar para no sentirme tan ridícula. Las minas somos la cagá de copuchentas, por lo que queremos saber todo, todo? si, TODO. Cuando estamos interesadas en alguien somos mejores que el mismo FBI y eso se ha podido llevar a la perfección gracias a las benditas redes sociales. No sea idiota, la chica que anda detrás de usted señor ya averiguó a sus ex, amigos en común, música favorita, intereses parecidos, si tiene patrañas pendientes, lugares que frecuenta y no me extrañaría que algunas psycho usen foursquore para crear "encuentros casuales". Somos celosas (hay excepciones),  nosotras no creemos en su amistad con el sexo opuesto, pero si creemos en la amistad de  los nuestros... básicamente siempre hay una característica que nos molesta de un chiquillo que lo hace ser nuestro amigo, si no fuera por eso ya serían patrañas hace rato, el hecho es que para ellos no existen límites y con 5 vodkas encima las amigas no existen, corta. Obviamente el gil que esté leyendo esto dirá, chucha la hueona loca psicópata.. NO SEÑOR, no sea egolatra, el placer culpable va en esa adrenalina de saber cosas que usted no tiene idea que sé, eso es lo que lo hace emocionante y adictivo, es una satisfacción personal, usted solo es el conejillo de india que encuentro lindo, ¿se entiende?

PERO, todo esto lo hemos disfrazado y ¿quién tiene la culpa de que tenemos que ocultar nuestros placeres culpables? SHERRY ARGOV, autora del libro: "Why men love bitches". Ella enseña a toda una generación de desesperadas a ser las más regias y bacanes seres, a adoptar el temple de "no me importa nada, no necesito pololo porque mi vida es demasiado buena sin un hombre". El solo hecho de leer ese libro de mierda ya te convierte en una maldita-pervertida-depresiva sin identidad propia ... hola, si yo también lo leí hace un tiempo muy muy muy lejano cuando la vida me jugó una mala pasada y me convirtió en una narcisa, sé de lo que hablo.

Twittear, reírme de los niños que se caen en la calle y cuando ponen esas caras rojas deformes exploto en carcajadas. Me como la mezcla cruda del queque que hace mi mamá, a veces un me devoro un tarro de papas fritas sabor crema-cibulette, con la Fran nos bajamos una promo de vodka sin problemas, me puedo fumar 17 cigarros en una noche, siempre existe en la mañana la caña moral, en el juego "nunca nunca" saca lo peor de mi, me es imposible ahorrar, siempre gasto todo lo que tengo en mis manos. Los comprometidos tienen algo que los hace atractivos, al igual que los callaitos que no matan ni una mosca. Lo primero que miro en los hombres son las zapatillas y el poto. El olor a bencina, hablar con desconocidos, escuchar detrás de las puertas, hablar 3 horas por teléfono, gastar más de la cuenta en hueás, reventar comiendo sushi, no usar condón, ir al concierto de Miley Cyrus, bailar en los carretes zorrones tipo Galpón 9, el pelambre madrugador, odiar al mundo y escribir mis intimidades que a nadie le importa en este blog. Cuidado, el placer culpable te delata y yo ya perdí la vergüenza, quién más?


"Let me be your guilty pleasure".

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