viernes, 5 de julio de 2013

Niño tonto

Tomando en cuenta las viejas canciones y las nuevas, ninguna puede decir lo que me pasa contigo ahora. Por más que busque en mi colección personal, todas hablan de una pareja hipster que se regala discos, no somos un Bob Dylan y Suze Rotolo. Caminamos separados por la calle a paso lento un tanto descordinado, tu con una camisa de franella y yo con mis reebook gastadas.

Nunca he escrito sobre alguien, y si lo hago por ti es por que eres el más diferente en mi lista de amigos. Te apareciste a la vuelta de la esquina y captaste mi atención. Yo aparecí a la vuelta de tu esquina y querías causar buena impresión. No nos costó mucho conocernos, tu me hablabas de tu guitarra, y yo de mi cámara. Ambos nos hablábamos cosas distintas, aún así nos entendimos como la piña con la naranja en un purple sky. 

No sé si me conquistaste o te conquisté o nos conquistamos, la cosa es que estamos juntos no sé por qué. Me gusta que no reemplaces el cinturón por un cordón de zapatilla, tu barba de 4 días, la rana René que nos mira con envidia, esos hoyuelos en tus mejillas, cuando juegas a tocar la guitarra en mi brazo, los jueves por la mañana, la música que nos acompaña, tomar tu mano cuando la mía está fría, Ver los Simpsons y tus imitaciones, cuando te pones ridículo. Me gusta nosotros, aunque después de unas semanas no nos vamos querer ver más, tenemos la fecha de expiración igual que el yogourt que me estoy comiendo ahora. Después de dos meses nos pondremos agrios niño tonto.