Omití por unos días la entrada anterior, la verdad que fue un desequilibrio mental, en los cuales te acuerdas del pasado y bla bla bla, un poco de lágrimas pero ya está, volví linda y alegre como siempre.
Soy antipática. Lo confirmé el viernes cuando llegué a un carrete y le caí mal a una resentida social, con la cual debatimos harto rato el tema de mezclar la vida social con la profesión. Ella me dijo que no podía tomar un vaso de vodka si estudiaba periodismo, ya que no era coherente, ok ... créanme que no fui la dulzura hecha persona cuando le gritaba(hablaba) sobre lo equivocada que estaba. No quiero indagar más en la antipatía, lo que de verdad importa es que en esa discusión me di cuenta cuanto amo lo que hago, y amo lo que soy.
A veces sin querer queriendo pienso en doble sentido como todos los humanos, y soy parte de la minoría que lo asume cuando digo cosas ordinarias. Soy parte de otro planeta cuando digo que no me gusta la palta ni los mariscos, una mañosa de mierda que no aguanta el azúcar en gran cantidad, pero que está completamente enamorada de Ronald Mc'Donalds. A veces quedo ebria y hago el ridículo, otras cuído a la gente y me río de los ebrios. Soy una resentida de los resentidos sociales. Y odio cuando me preguntan si soy pariente de Cecilia Morel. Bueno así me asumo y así soy,de eso Francisca Jiménez esta compuesta en gran cantidad. Hoy amo a todos los seres vivientes y mañana tengo un exámen de economía y no he estudiado nada, pero no importa, hoy soy feliz, feliz. Ah y bipolar, pero creo que no se dieron cuenta.
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